Tristemente de actualidad por el brutal atentado del lunes (el mayor de toda la historia al Bangkok), el templo de Erawan es muy conocido y frecuentado por los locales y por los turistas. Levantado en medio del distrinto comercial de Pathum Wan y con el paso elevado del Sky Train haciéndole sombra, su historia va unida a la del hotel que está al lado.
El solar sobre el que se empezó a construir el hotel había sido escenario de ejecuciones de criminales, algo, que para los tailandeses, lo convertía en un lugar de mal augurio. Y quizá fue este mal fario (o la inexistente seguridad laboral) el que provocó muchísimos accidentes. Los obreros, aterrorizados, llegaron a negarse a trabajar hasta que el propietario apaciguase a los espíritus malignos. Así que se llamó a un astrólogo que dictaminó que había que contruir una casa de espíritus. Y así se hizo en 1956 y desde entonces Brahma, que representa la buena fortuna, protegió el edificio. En 1987 Hotel Gran Hyatt tomó el lugar del viejo hotel bajo la protección del altar hinduísta.
Pero en 2006 hubo otra señal de mal augurio. Un loco destrozó a martillazos la escultura de Brahma y los testigos lo lincharon hasta matarlo. Los videntes advirtieron de que la mala suerte se iba a volver a desatar en el lugar. Sin duda el atentado del 17 de Agosto ha aumentado la creencia de que es un lugar maldito.